Una Escuela de Wingfoil en Cádiz con formación segura, accesible y de alta calidad
He trabajado en proyectos que van desde la clasificación de deportistas para los Juegos Olímpicos hasta la obtención de
medallas en eventos como los Juegos Panamericanos y campeonatos continentales.
Esta experiencia me ha proporcionado un profundo conocimiento no solo del deporte en sí, sino también de la gestión, planificación y formación efectiva en entornos muy exigentes.
Javier Guitián Sarria
Fundador de la Escuela
la mezcla perfecta: surf, windsurf y kite
El objetivo de la escuela es transmitir la pasión y el conocimiento técnico a nuevos entusiastas del deporte, brindando un enfoque profesional y estructurado al aprendizaje del Wingfoil.
Contar con una embarcación neumática de apoyo nos permite ofrecer formación segura, accesible y de alta calidad.
Se trata de un proyecto diseñado para todas las edades y niveles, desde iniciación hasta perfeccionamiento, aprovechando las condiciones ideales que ofrece la bahía de Cádiz para la prácca del Wingfoil.
Preguntas frecuentes
Aprender a hacer Wingfoil en Cádiz suena espectacular (y lo es), pero también sabemos que las primeras veces dan más respeto que las siguientes.
Y no queremos que te quedes con ninguna duda.
Más fácil de lo que crees. Con nuestro método progresivo y lancha de apoyo, te aseguramos que vas a volar antes de lo que imaginas. Primero te ayudamos a sentirte cómodo en la tabla, luego le metemos el wing. Sin estrés, sin frustraciones, solo puro flow.
No más que caminar mirando el móvil. Usamos material seguro, casco, chaleco salvavidas y una lancha neumática que está siempre a tu lado. Cádiz es un paraíso para aprender sin riesgos.
Tranquilidad, nadie nace foileando. Empezamos de rodillas para que cojas estabilidad, luego pasamos a ponerte de pie y, cuando lo tengas dominado, metemos el ala. Te sorprenderá lo rápido que progresas.
Vas a caer, sí. Pero también vas a reírte y aprender con cada intento. Lo bueno es que el agua es blanda y nosotros estamos ahí para levantarte (y enseñarte a que lo hagas por tus propios medios).
Si puedes ponerte en pie, puedes hacer Wingfoil. No necesitas ser atleta, solo ganas de pasarlo bien y un poquito de paciencia. El viento y la técnica hacen el trabajo, no la fuerza bruta.